aquí amamos noviembre

Quien hubiera pensado que cuando yo soy feliz, no me ando preocupando de donde viene la condenada felicidad, ni mucho menos utilizo el tiempo registrando sonrisas o esa sensación de llenura plena después de una buena conversación condimentada de levedades y salteada con trivia.






(explicación breve de una ausencia larga)

A mis amigos de la cofradía les preocupa verme así. Me andan examinando como si me hubiera entrado algún tipo de enfermedad exótica o si un bicho raro se hubiera alojado en algún lóbulo cerebral y estuviera controlando mi psicomotricidad. Mutando mis sílabas para convertirlas en fonemas, obligándome a cantar tonadas que nunca me aprendí y recitando lecciones que jamás me enseñaron... (en suma) siendo otra tan sólo coloreando y reorganizando los pedacitos de la anterior.




(sin ningún tipo de diagnóstico, confundidos pero felices, me han recetado actividad absoluta y una cucharadita de cautela diaria... algo de prevensión para evitar lamentar,ya que dicen, siempre ha sido uno de mis males crónicos)